Tirolinas
La Reina de las emociones
No hay otro elemento de juego como las tirolinas. Exige espacio, ordena aventureros constantes. Es físico, pero sereno. Incluso solo esperar el viaje es un factor de desarrollo en los niños. Mientras anticipan la emoción haciendo cola para su turno, se comunican, mejoran las habilidades sociales, aprenden a ser considerados, se turnan. Luego está la emoción en sí misma, el paseo de 25 metros que es tan emocionante como seguro. Al final, está el momento de la responsabilidad social, verificando si hay alguien esperando y devolviéndoles el asiento.
A menudo es una experiencia muy solitaria, pero a veces, si tienes mucha suerte, dos titolinas se sientan uno al lado del otro. Con un amigo en el otro asiento, una carrera, una oportunidad de ser competitivo y aprender deportividad, ser un buen perdedor es tan importante como ser un buen ganador.
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